Razones para ir al psicólogo
Existen multitud de razones y argumentos razones para ir al psicólogo. También podemos encontrar infinidad de excusas para no hacerlo. En este post se describen algunas de las mas significativas para tomar la decisión y comenzar el proceso.
La decisión de pedir ayuda no siempre es sencilla o fácil, sobre todo porque muchas veces pensamos que eso significa reconocer un fracaso o incluso una debilidad.
Pedirle ayuda a un especialista de salud mental es aún más complicado porque se le suman los estereotipos que existen sobre la figura del psicólogo. Sin embargo, lo cierto es que pedir ayuda es un acto de coraje y madurez.
Lo cierto es que aunque hay múltiples razones para ir al psicólogo o que pueden llevarte a solicitar la ayuda de un profesional especializado, vamos a ver algunas de las más comunes.
Tener un espacio dedicado sólo para ti.
Por diferentes razones, muchas personas anteponen las necesidades de los demás a las suyas por tratarse de sus hijos, los padres o incluso de la pareja.
Sin embargo, la elección de relegarse siempre a un segundo plano pasa una gran factura desde un punto de vista emocional ya que puede generar diferentes sentimientos de soledad y vacío, incluso cuando estas rodeado de una multitud.
Acudir al psicólogo es una manera para cuidarte y dedicarte atención, es como ir a un spa o darse un masaje, es un mensaje que te envías a través del cual te dices que te preocupas por ti y que eres importante.
En la consulta tendrás tiempo sólo para ti, para hablar de tus problemas, preocupaciones y/o sueños.
Comprender realmente qué te sucede.
A veces las emociones toman el mando y nos impiden pensar con claridad, nos bloquean o nos impulsan a tomar decisiones que en otros momentos no habríamos siquiera considerado. En esos momentos podemos sentirnos confundidos, perdemos la brújula.
Un psicólogo puede ayudarte a encontrar el camino y buscar explicaciones a lo que te pasa.
De hecho, muchas personas se sienten aliviadas automáticamente cuando encuentran una explicación a los síntomas que han venido experimentando, es como si todo cobrará sentido y les resulta más fácil aceptarlo.
Hablar de tus preocupaciones te ayuda concienciar muchos detalles que habías pasado por alto.
Hablar clarifica tu mente, te hace dueño de tus sentimientos, te alivia y te permite tomar mejores decisiones.
En definitiva no saber qué es lo que te sucede es una buena razón para ir al psicólogo.
Ser escuchado sin que te juzguen.
El psicólogo te escuchará sin realizar juicios de valor, sin aplicar estereotipos ni etiquetas.
Una sesión de terapia es un espacio en el que puedes hablar de todo sin temor a ser juzgado o criticado.
De hecho, aunque no somos plenamente conscientes de ello, de vez en cuando necesitamos una dosis de aceptación incondicional que nos permita reequilibrar nuestra autoestima.
El psicólogo no solo escuchará tus problemas sino que le prestará atención a tu lenguaje extraverbal y a tus emociones, no te examinará para evaluarte en términos de “bueno o malo” sino que intentará comprenderte y explicarte qué es lo que te está pasando para poder ayudarte.
Obtener un punto de vista más global y objetivo.
El psicólogo no va a opinar sobre tus valores o experiencias catalogándolas como “justas o erróneas”, tan solo te brindará un punto de vista profesional sobre lo que está sucediendo.
Te ayudará a buscar una explicación, para que comprendas qué te sucede y puedas encontrar la mejor solución para ti.
Como este profesional no está involucrado emocionalmente en la situación, podrá brindarte una perspectiva más amplia y objetiva sobre el problema. De esta forma, podrás tomar conciencia de los factores que te impiden avanzar y te hacen sentir mal y modificarlos.
Conocerte mejor y comprender a las personas.
La psicoterapia no solo te permitirá conocerte mejor sino que también te ayudará a comprender mejor a las otras personas.
A medida que profundizas en tus sentimientos, puedes ser más empático con los demás y entender los motivos de sus comportamientos.
De hecho, cuando tenemos pensamientos negativos y no los procesamos, estos se convierten en una madeja de suposiciones que nos impide ver el mundo tal cual es.
Cuando logras apartar esas expectativas ilusorias y creencias irreales, no solo te conoces mejor sino que puedes comprender con mayor facilidad las intenciones y motivos de los demás.
Aprender a gestionar tus emociones, pensamientos y comportamientos.
La Psicología es una ciencia basada en años de experimentación y estudios científicos, con un arsenal de técnicas destinadas a aliviar determinados síntomas o ayudarte a conseguir tus metas.
Un psicólogo te ayudará a identificar y cambiar los pensamientos disfuncionales que te hacen sentir mal, te enseñará a gestionar mejor tus emociones y a eliminar los hábitos negativos, poniendo en su lugar hábitos más saludables.
Vale aclarar que el psicólogo no tiene una varita mágica para resolver todos tus problemas, pero te brindará técnicas y estrategias que puedes poner en práctica para que tú mismo puedas solucionar esos conflictos.
Desarrollar habilidades de solución de conflictos.
Los conflictos forman parte de la vida cotidiana, así como los problemas.
Por eso, los psicofármacos no son una solución definitiva sino tan solo un parche en una herida que continuará sangrando.
Al contrario, la psicoterapia te ofrece herramientas útiles que no solo te permitirán resolver los problemas actuales sino también los que puedan aparecer en el futuro.
La psicoterapia está orientada a desarrollar habilidades que te permita lidiar con el día a día, reconociendo en primer lugar tus emociones y creencias erróneas y, en segundo lugar, reflexionando sobre ellas y cambiándolas.
Y es que la Psicología no solo tiene un carácter curativo sino también preventivo.